La formación de un lobby tiene como finalidad tratar de influir en la gente que tiene poder para que presten su apoyo a sus proyectos e ideas. La palabra inglesa lobby, normalmente, hace más referencia al diálogo directo que al intercambio de cartas o a la redacción de artículos para la prensa. Es en este tipo de influencia en la que nos centraremos en este apartado.
Para qué sirve el lobby
Es útil para:
influir en una decisión que se tomará próximamente en un ayuntamiento, una empresa, un sindicato, etc.
informar a la gente sobre el grupo y sus ideas para futuras campañas.
conocer la opinión, sobre determinado tema, de la persona que toma las decisiones que les afectan.
Como el lobby se basa en la comunicación oral, tiene muchas de sus virtudes y de sus defectos. Por un lado:
las personas que toman las decisiones se percatan de que los temas afectan a personas reales.
una conversación puede mostrar mucho mejor la fuerza de los sentimientos sobre un tema que, por ejemplo, una carta.
es más flexible, pregunten alguna cosa y es probable que obtengan una respuesta inmediata.
Pero por otro lado:
el lobby, normalmente, se mueve en el ámbito de los políticos o de los funcionarios y, seguramente, éstos tendrán más control que ustedes sobre la situación.
Mientras los informes y cartas suelen tratar de hechos, en el lobby se hacen más patentes los sentimientos.
La voluntad firme de un grupo, de conseguir lo que se ha propuesto, es uno de los sentimientos que mejor debe hacerse entender.
También se refiere a cosas que no se pueden escribir ni hacer públicas; puede ser interesante para alguien o para el grupo, llegar a pactos del tipo: si nos apoyan en esto, les podemos ayudar en lo otro, etc. Para tener éxito en esta negociación es necesario una reflexión y una preparación cuidadosa.
Hacer lobby no es una táctica que deba usarse sólo al final de la campaña. Muchas veces, el éxito dependerá del lobby que hayan hecho antes de comenzarla. Necesitan de antemano el compromiso de algunas personas con sus ideas.
Para ello deben hacer una revisión cuidadosa de los periódicos, un análisis de los miembros y funcionarios de las comisiones y, lo más importante, un sondeo sobre el tema a las personas «enteradas» o que conocen bien la institución en la que están interesados.
Preparación
Los principales aspectos son:
Saber con quien están tratando
Tener los proyectos a punto y las preguntas preparadas. Sus interlocutores querrán conocer los hechos y no hay nada peor que equivocarse en las cosas más sencillas.
Hagan también una lista de las preguntas que quieran que les respondan; en este tipo de situaciones es muy fácil olvidar datos o desviarse del tema.
Organizarse. Si está haciendo una presentación, deben asegurarse que todos saben lo que deben hacer. Tengan a mano la información adecuada para apoyar el caso, informes, etc. Para que quede constancia de la presentación, entreguen un documento escrito donde figuren sus planteamientos. Una manera de organizar presentaciones es proyectar diapositivas o audiovisuales.
Por ejemplo, si se están quejando del estado de una instalación, lleven algunas fotografías. Además, son un buen complemento para la memoria.
Si la presentación se hace en grupo, para asegurar que todas las preguntas obtengan respuesta, cada miembro deberá asumir la responsabilidad de una cuestión.
Es conveniente ensayar, previamente, los argumentos. Traten de imaginar qué preguntas les harán.
dijo sobre…» tienen más probabilidades de ser leídas.
Controlar el momento exacto. Trabajen con antelación para que sus esfuerzos no sean en vano; no lo dejen todo para el último momento, aunque hacer lobby inmediatamente antes de una reunión importante puede ser efectivo.
Pensar en el número de miembros que ha de componer la delegación. A veces es mejor que una sola persona sea la que entreviste (si se conocen, etc.), pero es arriesgado ya que el mensaje puede no ser entendido. Probablemente, lo mejor es acudir a la entrevista por parejas. También pueden tratar de hacer lobby en grupo, así se podrán ayudar mutuamente y la persona responsable sabrá que hay mucha gente preocupada por el tema.
Coordinar el lobby con otros aspectos de la campaña. Podrían usarlo para presentar una solicitud o un informe.
Pensar dónde hacer lobby. Es conveniente llevar a las personas responsables a su propio terreno. Aún es mejor tratar de llevarlos al «problema». Por ejemplo, supongamos que la asociación tiene un local cedido por el Ayuntamiento con tantas goteras que lo han sembrado de cubos. Si pueden conseguir que en un día de lluvia un concejal venga al local, esto no sólo le dará una prueba palpable del problema, sino que, además, puede ser noticia.
Distribuir una nota de prensa. Si quieren que se sepa lo que hacen, publiquen una nota en el periódico antes de la reunión. Conseguirá aparecer en la prensa dos veces, antes y después. Por otro lado, un tema que ya ha aparecido en el periódico o en la radio se convierte, para sus interlocutores, en una cuestión de transcendencia pública.
Llegado el día
Antes de la reunión, comprueben que tienen toda la información y los folletos que necesitan.
Recuerden que están allí para conseguir amigos e influir en la gente. Si son demasiado «duros», la persona con la que están haciendo lobby puede volverse hostil. Sean amables, honrados y decididos.
Tomen nota de los puntos relevantes de la reunión, de forma que tengan constancia de lo que se ha dicho.
Piensen en cómo se presentan, las apariencias pueden ser muy importantes.
Hagan un seguimiento
Mantengan el contacto con la persona con la que se han entrevistado. Es conveniente mandarle una carta después de la reunión, que recoja los aspectos tratados en ésta y los compromisos contraídos.
Mantengan a los socios informados mediante reuniones, circulares y conversaciones.
Continúen con otras tácticas.
Publiquen una nota de prensa sobre la reunión. Tengan cuidado si les sugieren publicar una declaración conjunta.
El texto debe reflejar la posición de ustedes. Presten atención a cuatro puntos:
– El titular: ¿se ajusta al punto de vista de ustedes?
– El encabezamiento: ¿queda claro que es una declaración conjunta?
– El texto: ¿quedan reflejados sus argumentos?
– La comunicación: Se acostumbra a dar un teléfono por si alguien está interesado en pedir más información. ¿Figura el de ustedes?
No acepten el no como respuesta. Perseveren y continúen con otras tácticas.
Escribir cartas
Las cartas ayudan a conseguir entrevistas personales. Es importante que estas cartas sean:
diferentes – 20 cartas idénticas tienen el mismo efecto que una. No utilicen argot o frases bruscas.
personales – tendrán que redactarlas y firmarlas una por una.
repartidas en el tiempo – eviten que lleguen todas el mismo día.
referidas a cosas que el interlocutor ha hecho (o no ha hecho) – las cartas que comienzan con «Me interesó leer lo que usted.