Usar los «canales normales»

Los «canales normales» son aquellos que los ayuntamientos o instituciones ponen a disposición de los ciudadanos para que éstos se expresen. Esto quiere decir que antes de empezar hay que averiguar a quién dirigirse (Ayuntamiento, Cabildo, Comunidad Autónoma, etc.) y hacerles llegar las quejas/sugerencias. Tendrán que escribir o visitar a la persona, o al organismo y después esperar que las ideas se procesen. Estos canales, usados aisladamente, es poco probable que les hagan llegar demasiado lejos pero suelen ser un primer paso importante en una campaña. Una manera de concebir los «canales normales» es como «etapa negociadora».

Para qué sirven los «canales normales»

La utilización de los «canales normales» les puede proporcionar:

aliados. Los funcionarios municipales y las personas que trabajan en las instituciones en las que intentan influir tienen sus propias ideas sobre las cosas. Ellos mismos, a menudo, quieren ver cambios en la manera de hacer las cosas y podrían ayudar a la causa.

más información. Planteándoles la cuestión pueden obtener respuestas a puntos y temas específicos.

una verificación de la postura. Pueden contrastar las ideas con alguien que trabaje en el tema.

lo que quieren. ¡Alguna vez pueden conseguir lo que solicitan! Si están pidiendo un «pequeño» cambio que depende del interlocutor, quizá tengan suerte. Por ejemplo, supongamos que necesitan una mesa nueva para la casa de juventud; es probable que no cueste mucho ni cause ningún problema; por lo tanto, se puede tomar una decisión fácil y «rápidamente».

Aunque, por otro lado, usar los «canales normales»:

suele ser un procedimiento lento. Las sugerencias o quejas se pueden perder fácilmente en el «sistema». Los papeles bien se amontonan en las mesas de trabajo bien pasan de una persona a otra. Esta lentitud, contra la que no se puede hacer nada, les puede poner nerviosos.

les puede hacer perder el elemento sorpresa. Si quieren que la sorpresa sea una parte importante de la campaña es mejor no dar demasiadas pistas de las intenciones.

no es demasiado eficaz si se usa aisladamente. Los canales normales, en general, no deberían usarse aisladamente

Cómo usar los «canales normales»

La importancia que den a la utilización de los canales normales dependerá de si creen que los esfuerzos pueden tener éxito. Los «canales normales» se usan, habitualmente, en las campañas por diversas razones: para conseguir alianzas y la información que puedan suministrar éstas. Además, invalidan el argumento de «si hubiesen utilizado los canales adecuados», empleado por los oponentes para rechazar las ideas. Para una mayor efectividad tendrían que usar este método junto con alguna de las otras tácticas que hemos comentado en esta sección (especialmente el lobby).

Cuando se dirijan a ayuntamientos o instituciones es importante comenzar por hablar con la persona o la comisión adecuada. Si tienen dudas, realicen una llamada y pregunten con quién deben hablar. Otras cosas fundamentales que deben averiguar son:

Cómo funcionan los canales normales – ¿Ha de hacerse una solicitud por escrito?, ¿deben rellenarse impresos especiales?

Cuál es el calendario – ¿Hay algún plazo para presentar las solicitudes?, ¿cuánto tiempo tardarán en dar una respuesta?

Vale la pena averiguar el grado de éxito que han conseguido otros grupos que han usado los «canales normales».

Cómo presentar el caso

La propuesta o pregunta, seguramente, acabará sobre la mesa de alguien que deberá tomar una decisión o irá a parar a una comisión. Puede ser que, sólo, deban rellenar una solicitud por escrito o que tengan que entrevistarse con un funcionario o una comisión para explicarles el caso. Sea cual sea la situación hay algunas normas básicas a seguir:

Hacer siempre las cosas por escrito – de forma que ustedes y aquellos a quien tratan de influir tengan constancia de los puntos de vista, y así nadie se pueda «olvidar» de lo dicho. Si tienen que defender una propuesta oralmente, es útil tener un documento escrito que pueda ayudarles a recordar las líneas esenciales del planteamiento. Si les piden una solicitud por escrito, es conveniente no grapar el impreso con la carta de presentación, así la persona o la comisión encargada podrá hacer fotocopias de la solicitud.

Averiguar quién toma las decisiones/con quién están tratando – Antes de nada deben informarse, exactamente, de quién toma las decisiones respecto a lo que les interesa y pongan toda su energía en tratar de influirles

Tener el proyecto a punto y las preguntas preparadas – ya hemos destacado anteriormente la necesidad de tener buena información, recuerden que las grandes instituciones pueden «sobre-informar». Si lo tienen que presentar personalmente, deben estar seguros de que han preparado el «discurso» y de que tienen claras las preguntas que quieren que les respondan. Mejor aún, llévenlo por escrito para recordarlo durante la reunión.

Controlar el momento exacto – si están pidiendo dinero, asegúrense de que es el momento adecuado del año financiero; por ejemplo, cuando disponen de dinero. Vigilen también que el ritmo de los «canales normales» encaje con el resto de la campaña.

Crear el clima adecuado fuera de la reunión – esto se consigue haciendo lobby con la gente indicada (los que pueden influir en la decisión) y usando los otros métodos de campaña, especialmente, los medios para movilizar a la opinión pública. Una manera sencilla de mantener informadas a otras personas consiste en mandarles copias de los informes o cartas que se escriben a los funcionarios. Pongan una nota en la carta o informe para que conste a quién la han enviado, de forma que los que examinen la solicitud o propuesta puedan ver que hay otra gente «influyente» interesada en aquello que está sucediendo.

Si hacen una concesión, mostrarla – si tienen que ceder en algún punto concreto, háganlo con ostentación. Así se halaga al oponente y puede que éste pase por alto otros puntos.

Estas normas no sólo sirven para hacer más presión sobre los que toman las decisiones sino que demuestran, también, que el grupo sabe lo que hace. Si las siguen aumentará la influencia.

Seguimiento

Una vez que hayan atendido la petición, no abandonen el asunto:

Si en unas semanas no tienen ninguna novedad, contacten de nuevo con las personas encargadas del tema y averigüen qué pasa. Sigan llamando o escribiendo hasta conseguir una respuesta satisfactoria.

Hagan un seguimiento de cualquier punto nuevo.

Si la propuesta fuera rechazada, intenten presentarla de otra manera.

Continúen con otras tácticas.

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